Libro abierto

Todos los libros tratan de proponer alguna postura, dar al lector un nuevo conocimiento, crear una base de datos, determinar situaciones, representar papeles, documentar, debatir, hacer pensar, concluir, deliberar o simplemente distraer. Lo mismo sucede con los seres humanos, bien dicen que somos libros abiertos que trasmitimos a través de la mirada nuestras motivaciones y quizás nuestras más lóbregas y funestas ideas.
Una persona es el mejor libro del que podamos aprender, sobretodo cuando el individuo realiza un ejercicio atento de análisis personal y encuentra que todo lo que no le gusta del otro es lo que no desea para sí mismo y todo lo que le atrae es todo aquello que admira o carece.
La ventaja entre leer un buen libro y relacionarnos con alguien para instruirse, podría ser que en el camino del aprendizaje con las personas podemos gozar de su compañía e intelecto, la desventaja es que las personas se van y nos pueden hacer daño, cosa que los libros jamás podrán hacernos. Así que optar entre un buen libro o una buena compañía habrá que calcular en lágrimas lo que se pierde con uno y con otro. Resultaría muy bueno para todos aquellos que por el momento ya están cansados de intentar leer los libros vivientes y prefieren no ser heridos, abandonados, cuestionados o simplemente olvidados.
Lo infausto de todo este asunto es que cuando comienzo a investigar qué es lo que más se vende, me encuentro con que después de varios meses sigue siendo el Código da Vinci, ¡Por Dios! Es caótico y catártico el encontrar que pasan los meses y por lo menos en nuestro país siguen siendo los mismos títulos de hace varios meses los que más se venden, es obvio que el resultado se debe al poco porcentaje de buenos lectores y es que el mexicano tarda meses y en ocasiones años para leer un sólo libro. ¿Qué sucede con nuestro sistema educativo? Nos enfrentamos ante un grave rezago, donde nuestro país no hace reformas sustantivas y cualitativas que beneficien a los ciudadanos, podría pensarse que a los gobernantes les conviene cerrar el capitulo de la reforma educativa, seguir teniendo niños, jóvenes y adultos que no “se salgan del guacal” (como popularmente se dice) y tener una sociedad de borregos que puedan ser pastoreados y controlados para benéfico de sus propósitos políticos y de poder.
No quieren gente inconforme que piense y analice las situaciones, no quieren líderes incómodos que presenten ideas innovadoras y motiven a la gente a pensar por cuenta propia para tomar decisiones de quien debe gobernar y quien no. Otra posibilidad es el temor que enfrentan a que la sociedad civil se vuelva menos ignorante y descubra sus miserias e incapacidad para gobernar. Tienen miedo a que la gente se prepare más cada día y se inconforme cada vez más ante la situación tan patética que nos ofrecen nuestros políticos, es por eso que el sistema educativo es tan retrasado. Regresando al tema que me ocupa y preocupa he analizado que no sólo es el no tener el hábito de la lectura, es también una gran ignorancia de los que supuestamente son nuestros servidores públicos que más bien se sirven del público para colmar sus intereses particulares y mandar al diablo a nuestro país.
Otra posibilidad, es una falta de formación verdadera en valores, una enorme falta de visión ante los cambios económicos y políticos, teniendo siempre que copiarle a nuestros vecinos en todo. Si bien se ha visto que el presupuesto asignado para la educación en nuestro país se ha incrementado, según cifras de la OECD esto no significa que la homogeneidad y la calidad hayan alcanzado niveles importantes.
Hasta la próxima, espero que puedas escoger siempre un buen libro en compañía de alguien que ames y te ame. Y recordad: Leer o morir...