Es el símbolo femenino por excelencia y su cualidad es la receptividad ella es la encargada de reflejar la luz del sol.
Todos los eclipses tienen influencia directa en nosotros ya que somos parte del cosmos y por ende los fenómenos astrológicos nos afectan directamente, nos demos cuenta de ello o no. Es una fuerza que aunque no creamos en ella, existe. Como la influencia de la gravedad, por más que no quieras creer, la ley existe y nos atrae irremediablemente hacia la tierra.
La luna está asociada al agua, a las emociones, por lo tanto ayer la gente mas receptiva pudo sentir algunas sensaciones o emociones mas intensas que en otros días. La intuición se desarrolla cuando la luna está en todo su esplendor, pero cuando esta sucediendo el eclipse pueden verse transformadas nuestras emociones: de risa a llanto, o de humor a enojo, o quizás sentir que baja nuestra energía.
Si nos sumergimos en la energía lunar podemos sentir su estado secreto donde las palabras son suplantadas por las emociones y donde nada se define, se siente.
En el eclipse se unen nuestras polaridades masculina-femenina y podemos emerger en quien realmente somos. Sol y Luna, energía masculina y femenina trabajando, acción y recepción pero cuando deja de dar, se funde en la energía solar y nosotros recibimos todos los beneficios del eclipse.
Jodorowsky en su libro “La vía del Tarot” nos habla así de la luna:
Dice: Y si la Luna hablara...
“Caí en mí misma, cada vez más hondo, me perdía descendiendo hacía ningún sitio, hasta que, al final, "YO" la oscura, deje de ser. O mejor: era una concavidad infinita, una boca abierta que contenía toda la sed del mundo. Una vagina sin límites convertida en aspiración total. Entonces, en esa vacuidad, en esta ausencia de contornos, pude por fin reflejar la totalidad de la luz. Una luz ardiente que transforme en su reflejo frío, no la luz que engendra sino la que ilumina.
Bajo mi claridad, el ángel es ángel, la fiera es fiera, el loco es loco, el santo es santo. Soy el espejo universal cada cual puede verse en mí."
Entonces si es opacado el espejo (en un eclipse) pues nuestra imagen puede distorsionarse creando una especie de confusión entre lo que sentimos y lo que somos. Así, quizás el día de ayer en el eclipse pudimos haber sentido eso.
