ECLIPSE 13 DE NOVIEMBRE, RITUAL

Foto tomada del blog>  www.leycosmica.org

Todo movimiento de los astros influye en nuestra energía. Este eclipse en particular marca fuertemente los cambios que están ya sucediendo. Es el inicio del efecto dominó donde ya nada detendrá lo que nuestro planeta tiene que cambiar. 
En los eclipses de sol, el astro luminoso (representación de tiferet en la kabbalah) es opacado por la luna (yesod, el ego, en la kabbalah) así que estamos llamados a que nuestro verdadero SER pueda surgir a pesar del las sombras de nuestro EGO. 

Nos invita a soltar todos aquellos apegos, todo aquello que creíamos indispensable en nuestra vida tendrá que ser soltado. Habrá que darle al SER la oportunidad de realizarse soltando los miedos.

Es la antesala de la gran alineación que está por venir y que sucede cada 26,000 años. Podría estar anunciando terremotos, cambios importantes en

El SER sublime y cósmico de una mujer medieval

Pintura realizada por Hildergard 

HILDERGARD VON BINGEN

En una época de oscurantismo y superstición ella se atrevió a desafiar los tabúes de su tiempo. 

Mujer cósmica, conectada con la energía divina, con la sabiduría eterna del creador. Mujer que libera en cánticos toda la energía del universo conectando todos los sentidos en esferas cristalinas de sonido.

Su nobleza no solo es vía sanguínea, su linaje va más allá de lo terreno, ella es de linaje cósmico. Llega a este mundo en el año 1098 el mes y el día se pierden en el tiempo pero el año nos habla del amor universal y de la perfección divina.

En 1114, ingresa en la orden de San Benito, que se regía por la famosa Regla del "ora et labora", que la lleva a estar en un estado de unión divina constante para así acceder al conocimiento que está más allá de la posibilidad de los simples mortales. Ella escribe en su diario cómo Dios la había llamado al convento para recibir el conocimiento sagrado de curar a los enfermos con la herbolaria.

Hildegard se convierte en abadesa del convento, hasta que en el año 1147, fundó el que ella llamaría “su monasterio” en el monte de Rupertsberg, junto a Bingen, ciudad de la que tomará Hildegard su sobrenombre.

Su música sólo es un reflejo de

3:13

Despierto a las 3:13 a.m no puedo continuar dormida, quizás porque hoy está la luna influyendo mis entrañas, mi sangre, mis fluidos vitales, será porque siento su influencia en mi cabeza, en mis pies, en todo mi cuerpo.

El flujo de la energía no se detiene, recorre mi cuerpo y hace que me despierte sintiendo extrañas mis piernas, tengo sed, hay una gran sed dentro de mi KLI, de mi vasija de recepción que refleja la gran sed de todas las