Por: Klaus/HeyAín
Son las tres palabras que escuche como sentencia y me hicieron sentir un gran gozo, un abrazo del universo que hizo que me conectara con todos y cada uno de los seres que me rodeaban en ese instante. Sentí mi corazón inflamado de amor… ¿Alguna vez lo has sentido? Se experimenta cuando te conectas más allá de los sentidos físicos con alguien más o con diversas personas a la vez. Y esta conexión de todos los cuerpos no es dentro de este plano terreno, se da en niveles sutiles donde todo ya esta transformado.
Sentir la conexión con mi yo superior y este a su vez con Dios me hizo sentir cómo soy un canal de conexión, de transmisión en la meditación, soy un sencillo instrumento de Dios para manifestar su palabra a mis hermanos.
Sentí como un rayo plateado entraba por mi séptimo chakra e invadió todos mis espacios llenándome de un resplandor incomparable.
Desde hace tiempo que creo en la presencia de los seres de luz en mi vida, desde hace tiempo que sé que me rodea la fuerza y el amor de los Ángeles, arcángeles y por las almas celestes guerreras de la creación, pero sobretodo sé desde siempre que mi amado Dios esta presente aquí y ahora siempre y hoy pude sentirlo con todas las potencias de mi alma.
Cuanto más abajo hayamos ido, más arriba podemos llegar.
Cuanto más logro percibir la oscuridad, más lograré ver la claridad.
Cuanto más dolor haya experimentado en la vida, mayor placer llegaré a sentir.
Cuanto más del subsuelo pueda conocer, más de lo elevado me será descubierto.
Porque no puedo ir arriba si no he estado abajo.
No puedo conocer los planos superiores si no se lo que son los planos inferiores.
No puedo experimentar el todo si no he experimentado la nada.
Si no conozco el vacío, no podré entrar en la plenitud.
Si no he sentido y experimentado la dualidad, jamás podré unificar mi ser y participar de la unicidad divina.
Así que ahora sé lo que debo hacer.
Iré abajo y arriba conociendo todos los planos de la existencia
Me internaré sin miedo en la oscuridad a sabiendas que Dios me ama infinitamente y me protege, así, me encontrare descubierta en la luz.
Lo que se experimenta como dolor dejaré de verlo así, al igual que el placer los tomaré como estados pasajeros de la existencia, como estados ilusorios.
Conoceré todos los planos y los planos de lo elevado y divino me serán descubiertos entre mayor amor y compasión existan en mi ser. Dios da a sus hijos lo que el quiere y cuando él así lo quiere.
Entraré sin miedo a la noche “obscura” y de la “nada” para descubrir que “Todo y “Nada” son lo mismo. Me desprenderé de locuciones, imaginación, visiones y demás experiencias espirituales para internarme en pura contemplación divina.
Me vaciaré de todos los contenidos para poder llenarme de la verdad.
Son las tres palabras que escuche como sentencia y me hicieron sentir un gran gozo, un abrazo del universo que hizo que me conectara con todos y cada uno de los seres que me rodeaban en ese instante. Sentí mi corazón inflamado de amor… ¿Alguna vez lo has sentido? Se experimenta cuando te conectas más allá de los sentidos físicos con alguien más o con diversas personas a la vez. Y esta conexión de todos los cuerpos no es dentro de este plano terreno, se da en niveles sutiles donde todo ya esta transformado.
Sentir la conexión con mi yo superior y este a su vez con Dios me hizo sentir cómo soy un canal de conexión, de transmisión en la meditación, soy un sencillo instrumento de Dios para manifestar su palabra a mis hermanos.
Sentí como un rayo plateado entraba por mi séptimo chakra e invadió todos mis espacios llenándome de un resplandor incomparable.
Desde hace tiempo que creo en la presencia de los seres de luz en mi vida, desde hace tiempo que sé que me rodea la fuerza y el amor de los Ángeles, arcángeles y por las almas celestes guerreras de la creación, pero sobretodo sé desde siempre que mi amado Dios esta presente aquí y ahora siempre y hoy pude sentirlo con todas las potencias de mi alma.
Cuanto más abajo hayamos ido, más arriba podemos llegar.
Cuanto más logro percibir la oscuridad, más lograré ver la claridad.
Cuanto más dolor haya experimentado en la vida, mayor placer llegaré a sentir.
Cuanto más del subsuelo pueda conocer, más de lo elevado me será descubierto.
Porque no puedo ir arriba si no he estado abajo.
No puedo conocer los planos superiores si no se lo que son los planos inferiores.
No puedo experimentar el todo si no he experimentado la nada.
Si no conozco el vacío, no podré entrar en la plenitud.
Si no he sentido y experimentado la dualidad, jamás podré unificar mi ser y participar de la unicidad divina.
Así que ahora sé lo que debo hacer.
Iré abajo y arriba conociendo todos los planos de la existencia
Me internaré sin miedo en la oscuridad a sabiendas que Dios me ama infinitamente y me protege, así, me encontrare descubierta en la luz.
Lo que se experimenta como dolor dejaré de verlo así, al igual que el placer los tomaré como estados pasajeros de la existencia, como estados ilusorios.
Conoceré todos los planos y los planos de lo elevado y divino me serán descubiertos entre mayor amor y compasión existan en mi ser. Dios da a sus hijos lo que el quiere y cuando él así lo quiere.
Entraré sin miedo a la noche “obscura” y de la “nada” para descubrir que “Todo y “Nada” son lo mismo. Me desprenderé de locuciones, imaginación, visiones y demás experiencias espirituales para internarme en pura contemplación divina.
Me vaciaré de todos los contenidos para poder llenarme de la verdad.
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