La intuición es esa voz suave que casi nunca grita, pero siempre sabe. Es el susurro que nos advierte antes de tropezar, el calorcito en el pecho cuando algo es para nosotros, la certeza inexplicable que llega sin lógica pero con verdad.
El problema es que, en medio del ruido, dejamos de escucharla. La buena noticia: la intuición se entrena, y puedes empezar hoy mismo.
Día 1: Silencio consciente
Apaga todo por 10 minutos. Cierra los ojos, respira profundo y simplemente escucha lo que pasa dentro de ti. El silencio es la puerta de entrada a la voz interna.
Día 2: Pregunta y observa
Formula una pregunta sencilla en tu mente y presta atención a lo primero que percibas después: una palabra, una imagen, una sensación. La intuición responde rápido, no da explicaciones largas.
Día 3: Diario de señales
Dedica una libreta para anotar coincidencias, sincronicidades o corazonadas que se cumplan. La práctica de registrar fortalece la confianza en tu intuición.
Día 4: Escucha a tu cuerpo
La intuición habla en el cuerpo: escalofríos, mariposas en el estómago, un nudo en la garganta. Observa esas señales físicas antes de tomar una decisión.
Día 5: Ejercicio de elecciones pequeñas
Deja que tu intuición elija cosas simples: qué camino tomar al caminar, qué libro abrir, qué canción poner. Así la entrenas en lo cotidiano.
Día 6: Visualización de claridad
Antes de dormir, imagina una luz suave en tu corazón y repite: “Confío en mi guía interior.” Esto abre el canal antes de soñar.
Día 7: Agradece la voz interna
Al final de la semana, revisa tu diario y reconoce cada momento en que tu intuición habló. La gratitud multiplica la claridad de esa voz.
Recomendación: Durante esta semana, comprométete a no ignorar esa primera sensación interna. Escríbela, confía en ella y actúa en consecuencia al menos una vez al día. Te sorprenderá descubrir que tu intuición no se había ido: solo esperaba que volvieras a escucharla.
Con amor,
Klaus
Te invito a conocer mis libros en: Reconexión Divina Shop