3:13


Despierto a las 3:13 a.m no puedo continuar dormida, quizás porque hoy está la luna influyendo mis entrañas, mi sangre, mis fluidos vitales, será porque siento su influencia en mi cabeza, en mis pies, en todo mi cuerpo.

El flujo de la energía no se detiene, recorre mi cuerpo y hace que me despierte sintiendo extrañas mis piernas, tengo sed, hay una gran sed dentro de mi KLI, de mi vasija de recepción que refleja la gran sed de todas las
mujeres de vincularnos con nuestro poder interno, el desmitificar la idea absurda arrastrada por miles de años.

Hay que aperturar todos nuestros cuerpos, es por eso que lo que estoy sintiendo reafirma lo que llevo años trabajando:

Aceptación total de quien soy, física, sexual, emocional, mental y espiritualmente me acepto con toda mis sombra y con toda mi luz, me reconozco y me amo con mis capacidades y con la falta de muchas cualidades que me gustaría tener, sin embargo he descubierto que puedo cultivarlas, nadie me impide adquirir ciertas cualidades que no poseo, nadie detiene mi crecimiento, mi evolución y mi firme convicción de que todos los instantes estoy en continuo cambio.

Quiero entrar al cambio de conciencia siendo quien SOY sin negar ni mis tendencias, ni mis deseos, ni mis pensamientos, ni mi emociones, me entrego a lo que SOY por saber QUIEN SOY.
No tengo miedo al rechazo, no temo el juicio de los otros porque no temo ya ni mi propio juicio.
No me aferro a ninguna creencia, ni tampoco rechazo ninguna, creo en todo, en todos y no creo en nada ni en nadie, porque entiendo que tenemos que pasar la prueba de la fe.
Acepto mi gran ignorancia y comparto lo poco que he aprendido en el camino.
Deseo mi propio crecimiento, de forma egoísta (común en lo que somos) me entrego a todo aquello que me produce placer, no temo recibirlo, estoy abierta a todo lo que esta experiencia fugaz me quiere dar. No temo ya a considerarme a mi misma como un ser que desea placer para si mismo. No temo el cruel juicio de mis pensamientos juzgando mis deseos, descalificando mis emociones y encarcelando mis pensamientos.
Me entrego a la libertad de SER QUIEN VERDADERAMENTE SOY porque no soy capaz de SER alguien más, porque al hacerlo estaría negando a Dios, acepto que he dudado de su existencia, he dudado de lo que yo creía verdad, he dudado de lo que me enseñaron mis padres, mis hijos, mis hermanos, mis maestros, mis guías espirituales, mis parejas, mis amistades, he dudado de lo que YO creí y afirmé como verdad absoluta, hoy me doy cuenta que no existe, que valoro lo que todos ellos me han enseñado pero no creo ya en nada de eso. Creo hoy en lo que mi corazón y mi mente me dictan, creo en lo que siento cada instante, solo cada instante porque mañana sé que ya no lo sentiré, creo en lo que pienso hoy, porque mañana mi pensamiento seguramente cambiará.
Creo en mi voz, creo en mi silencio, creo en mi Dios interno, ya no creo en ningún Dios ajeno a mi, ya no creo en ninguna figura impuesta a través de los años y a través de la historia, no me importa ser apostata, hereje o loca, no me importa ser juzgada porque ya no creo en los dioses impuestos por el hombre.
Doy comienzo a honrar mi propia vida para así honrar, respetar y amar la vida del otro. Sigo la huella de las palabras que se gestan dentro de mí porque ese es el poder de la creación manifestado en la palabra, creo en lo que SOY para creer en alguien más, si no es así, pienso que estamos todos perdiendo el tiempo en niñerías, siento que estamos en el momento de crecer, de aperturar nuestra conciencia a la conciencia cósmica universal, de aceptar nuestra naturaleza y desmitificar lo que nos han hecho creer que somos. Abrir el camino de la verdad entendiendo: Lo que otros creen es verdadero en ellos y puedo creer o no creer y respetar. Lo que yo creo es lo que yo creo y quizás nadie más lo quiera creer y ya no pido ser respetada por mis creencias, ni por lo que sé, porque así como no quiero ser juzgada, tampoco quiero ser respetada.
Comienzo como cuando era muy joven (13 años) y creí seguir mi camino espiritual tomando la senda de la religión, convencida en ese camino no me cuestioné si hacía bien o mal, seguí lo que mi corazón, mi mente, mi voluntad e intuición me decían. Hoy agradezco lo mucho que aprendí, conocí y me entregué con fiera pasión a mis creencias. Defendí, y muchas ocasiones tuve que pelear por que necesitaba ser comprendida y que los demás entendieran que esa era mi verdad. Hoy comprendo que fue necesario aferrarme a las creencias para poder soltarlas y entrar en el vacío de la existencia, abandonarme a la nulidad de la fe. Abandonar todo aferramiento a cualquier creencia. Estoy vacía para poder ser llenada.
Hoy, estoy aquí y ahora. Pensando, sintiendo, intuyendo y haciendo lo mismo que cuando tenía 13, me estoy entregando sin miedo a lo que creo y a lo que SOY.
Me entrego sin reservas al vacío existencial de la fe, donde todo lo que creías resulta falso y donde cabe toda posibilidad de todas las creencias de todos los seres porque verdaderamente creo que todos somos uno.
Termino de escribir 4:07 y sigo sin dormir... Será la influencia de la luna, será este 2 de octubre, será tan solo un momento más de la existencia?
Soy Heyaín, me llaman Claudia, Klaus, etc... Me amo, me acepto y HOY creo esto, ¿mañana? No lo sé...